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lunes, 20 de septiembre de 2010
Esos a los que les gustan las sorpresas, mueren por la navidad. Es bueno eso del buñuelo, los regalos y hasta el villancico destemplado de los tíos.
Todas las navidades habían sido buenas para ella, excepto una en que sus papás discutieron toda la noche, a las 12:00 reinaba ya la desesperación y todos se tomaron el vino esperando morir envenenados o simplemente atragantados con una uva.
A pesar de los intentos fallidos el 25 estaban todavía vivos y arrepentidos de haber peleado tanto.

Las otras 27 navidades le traían unos recuerdos gratos, de cuando le dieron una muñeca de trapo a la que le daba jugo y huevo todos los días. Otra en la que vió a sus papás sacando los regalos del carro pero igual lo disimuló como tocaba y los disfrutó mucho tiempo, una en que le regalaron una porcelana espantosa que le sirvió para regalarle a la tía Lucía y otra en la que logró que su amor dejara la idea absurda de ser el grinch.

Pero esta navidad, esta noche, ¡esta sí que sería buena!. tenía un árbol nuevo al que le puso muchos caramelos. Este año el árbol estaba hecho de caramelos y colombinas de colores y a diferencia de los otros años nadie había tenido tiempo de comerse nada antes de la gran fecha. Ella lo había organizado todo esa misma tarde, lo adornó con luces, estrellas y corazones de hojaldre. Debajo estaban los 34 regalos que no había podido entregarle a su marido en el cumpleaños pasado, una carrera de observación desbaratada que contenía, películas, tenis, fotos, letreros, bocadillos y un hongo para meter los esferos con los que alguna vez él escribiría una carta de amor para ella.

En la mesa todo estaba puesto para él, dos copas de vino, unas bandejas con todos los quesos incluyendo los que huelen a podrido, velas y un plato suntuoso con pollo al estragón. En el fondo los niños vestidos como príncipe de frac y blanca nieves pelo mono, listos para celebrar y con la música que sonaba así: ... enredado siempre entre algas, maraña contra los dedos...

Una llaves en la puerta
- ¡llegó papá niños, ahora, a celebrar!
El entró y guardó silencio, luego se acercó a ella, le acarició su pelo desordenado y salieron corazones al cielo.
- Gracias por esta sorpresa, esta todo divino y tu estas hermosa.¡Que montón de regalos! ¿son para mi?
Ella soltó una sonrisa grande, de esas con las que uno se come el mundo, todo valió la pena, ahora todo tiene el color del amor en esta casa, ¿te acuerdas como me cantabas esa canción caminando por la playa?
Claro que me acuerdo mi amor -¿bailamos?
- No se si puedo pero me encantaría


Unas llaves en la puerta
-¡llegó papá niños, ahora, a celebrar!
El entró y guardó silencio, se acercó a los niños, les acaricio su pelo desordenado y salieron corazones al cielo.
-¿Qué es todo esto?, ¿qué hace el televisor del cuarto prendido? ¿y por qué están vestidos así si les he dicho mil veces que no saquen más ropa?
- ¿Por que montó navidad hoy?
- Porque quería celebrarla antes de que se fuera
- Pero estamos en septiembre, ahora si se enloqueció.

En la mesa: quesos, vinos y velas apagadas
En el árbol: caramelos y colombinas de colores, luces, estrellas, corazones de hojaldre y y 34 regalos.

Ella sentada en el sofá tomándose su té, planeando su próxima navidad y susurrándose:

"mi idea de ti era mucho mejor de lo que realmente eres" que bien que ya te fuiste.

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